Aunque parezca irónico, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer es uno de los pensadores más leídos y celebrados por quienes poco o nada tienen que ver con la filosofía como profesión.
Se puede decir que Schopenhauer fue un filósofo pesimista, un hombre vanidoso en extremo, cascarrabias de carácter terco y obstinado, negativo y furibundo pero honesto en su búsqueda de la verdad, sufrió mucho por su personalidad individualista e indómita.
Tenía presente que en su familia paternal existía el germen de la enfermedad mental pues su abuela, tíos y su padre llevaban un carácter colérico y melancólico, incluso en su obra magistral El mundo como voluntad y representación" dedicó un capítulo a la teoría de la herencia, según la cual los hijos heredan determinadas características espirituales directamente del padre y otras muy distintas de la madre. Lo que se hereda del padre son aquellas características que tienen que ver directamente con lo más radical del ser humano, es decir, con la voluntad, esto es, cualidades que remiten a la esencia íntima de la persona (pasiones, sentimientos) tienen que ver con el modo de ser vehemente o mesurado, impaciente o tranquilo. En cambio de la madre, no se hereda cualidades afectivas y morales sino el carácter intelectual esto es, la inteligencia, su grado, su naturaleza y dirección; y junto con la inteligencia también la sensibilidad artística e ingenio.
En las diferentes biografías existentes sobre Arthur Schopenhauer encontramos que la relación que mantuvo con sus padres fue diferencial, Arthur prefería y respetaba más a su padre, Heinrich Floris Schopenhauer, incluso después de su muerte (lo encontraron muerto en su almacén), Arthur elabora una dedicatoria especial a la memoria de su padre; siendo la situación diferente con su madre Johanna Schopenhauer, siempre con ella la relación fue tensa incluso su madre llegó a pedirle que sea feliz pero lejos de ella.
Se sospecha que la antipatía entre Arthur y su madre fue porque Arthur siempre creyó que su madre se caso con su padre simplemente por interés económico, ya que este era un próspero negociante en su ciudad, y su madre solo buscaba estabilidad económica y nunca llegó a amar a Heinrich Floris. La culpaba de la muerte de su padre, creía que ella era la culpable del deterioro mental de su padre ya que no le dedicaba los cuidados necesarios a Heinrich Floris, lo cual nunca pudo perdonarla.
A partir de esta mala relación que Schopenhauer llevó con su madre es que nace su misoginia; a este respecto, Arthur Schopenhauer manifestó en su madurez graves acusaciones contra su madre; en una conversación con Adam von Dob, el filósofo pesimista le aconsejaba que no se casara; «Yo conozco bien a las mujeres. Solo respetan el matrimonio en tanto que institución que les asegura el sustento. Hasta mi propio padre, achacoso y afligido, postrado en su silla de enfermo, hubiera quedado abandonado de no haber sido por los cuidados de un viejo sirviente… Mi señora madre daba fiestas mientras él se consumía en soledad, ella se divertía mientras él padecía amargas torturas. ¡Esto es amor de mujer!»
Todo este enfrentamiento con su madre y la muerte inesperada de su padre, llevo a Arthur Schopenhauer a una crisis existencial terrible y día a día se sentía mas melancólico y amargado y más aún su carácter no ayudaba, ya que siempre fue un joven huraño de trato, sombrío de carácter e inclinado a la meditación. Su falta de escrúpulos a la hora de expresar lo que pensaba y su orgullo innato lo mantenían apartado de sus congéneres o influían en que se ganase enemigos con facilidad. Era inteligente y vanidoso, y se consideraba destinado a realizar grandes empresas intelectuales, es por ello que toma una gran decisión a los 21 años, decide ingresar a la universidad y seguir estudios en filosofía, dejando a un lado la carrera de negocios que su padre tanto deseaba que hiciera.
Sabía decisión la que hizo Arthur Schopenhauer ya que brindó al mundo el privilegio de conocer a un gran filosofo y sus grandes aportes quedaron en la historia de la filosofía como la gran obra El Mundo como voluntad y representación (1818).
***Schopenhauer, una biografía. Luis F. Moreno Claros. 2014.
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